Dominio del Urogallo

Hagamos un pequeño ejercicio de imaginación.

Te pido que dibujes en tu mente una pequeña carretera perdida entre las montañas que desciende de manera vertiginosa. A ambos costados de la carretera distingues únicamente la inmensidad de un bosque que intercala encinos y pinos. Y a medida que recorres la carretera, el bosque se desplaza para dar lugar a un abismo pizarroso con vetas de cuarzo y antracita, cubierto por la única planta capaz de dar fruto en condiciones tan heroicas: la viña.

Al fondo del abismo, una pequeña casa de madera y piedra; que se postra en el centro cómo si de un anfiteatro se tratara, con la viña mirándola expectante.

¿Te lo imaginas? ¿Sientes el vértigo al mirar el acantilado? ¿Sientes el frescor de la sombra del bosque y el calor que emana la pizarra del suelo?

Eso que ves y sientes es Dominio del Urogallo.

Este proyecto se encuentra en Asturias y está liderado por Fran Asencio; bodeguero que comparte su pasión, su tiempo y su saber hacer con Bodegas Alonso.

Cuando le pregunté a Fran cómo había terminado por elaborar vinos tranquilos en Asturias, me contestó que él había tenido la mirada fija hacia el norte de España; que presume de su abundancia en variedades autóctonas y de su clima (aunque lluvioso) relativamente estable. Pero que había llegado a Cangas del Narcea, más o menos, por casualidad.

Y si bien es cierto que Dominio del Urogallo es la antítesis más clara de Bodegas Alonso, este proyecto no tiene nada que envidiarle a su hermano del Sur.

La singularidad de esta bodega se encuentra en sus viñedos viejos, algunos incluso centenarios, que cubren de manera dramática y heroica los acantilados que rodean la bodega; todos ellos plantadas con variedades autóctonas de la zona como Albarín, Carrasquín y Verdejo Negro.

Con esta maravillosa materia prima, Fran se centra en la elaboración de vinos frescos que priman la expresión de las variedades con las que fueron hechos. Por eso la filosofía de esta bodega se centra en la honestidad y el respeto a su entorno, representados en las prácticas biodinámicas en el viñedo y de baja intervención en la bodega.